¿Qué es el Fusarium?
Fusarium es un extenso género de hongos filamentosos ampliamente distribuido en el suelo y en asociación con plantas. La mayoría de las especies son saprófitas y son unos miembros relativamente abundantes de la microbiota del suelo. Las esporas del hongo son fácilmente reconocibles al microscopio por su forma de media luna o de canoa.
Algunas especies de Fusarium producen micotoxinas en los cereales y que pueden afectar a la salud de personas y animales si estas entran en la cadena alimentaria.
Las principales toxinas producidas por estas especies de Fusarium son fumonisinas, tricotecenos y zearalenona.
El Fusarium son patógenos facultativos, capaces de sobrevivir en el agua y suelo alimentándose de materiales en descomposición. Algunas especies son fitopatógenas causando la enfermedad conocida como fusariosis, el ozono actúa en la desinfección en la agricultura como es un potente desinfectante.
Produce estructuras resistentes que se mantienen en el terreno durante muchos años (más de diez). En condiciones favorables (temperatura entre 25-30ºC, humedad del suelo no excesiva y se ve favorecido en terrenos abonados en exceso con estiércol), esta estructura germina y da lugar a un hongo activo, cuyas hifas penetran por la raíces, a través de heridas, hasta los vasos conductores, con lo que impide la circulación interna de nutrientes y agua.
El Fusarium puede afectar también a las semillas, lo que supone una vía de transmisión junto con el suelo y el agua de riego.
Como en todas las enfermedades, para que se produzca se necesita un número de plantas suficientes, buena dispersión de las esporas y condiciones favorables de temperatura y humedad.
¿Cuales son los síntomas del Fusarium?
Las especies del género Fusarium provocan, como decíamos, la fusariosis. Esta enfermedad produce un marchitamiento general de la planta, también llamado la «seca» de la planta, debido a la trombosis de los vasos. Ataca en todos los estados de crecimiento y en caso de producirse en semillero, acaba con la muerte de las plántulas.
El Fusarium afecta tanto a plantas jóvenes como adultas, en las que produce, como decimos, un marchitamiento general. Las hojas superiores se empiezan a caer, las hojas inferiores empiezan a amarillear. Inicialmente la marchitez puede ser reversible, luego se hace permanente, hasta que la planta se seca y muere.
Esta enfermedad destaca por la necrosis vascular que presentan los cultivos afectados. En la superficie se puede observar el micelio algodonoso y producido, que da lugar a las esporas.
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Foto: CRSIRO en la Wikipedia