¿Te gusta el picante?. La mayoría de la gente piensa que el picante es malo para la salud. NOOO, es todo lo contrario: la pimienta roja, (ají, chile o cayena) puede llenarte los ojos de lágrimas y hacer que te arda la lengua, pero también tiene poder curativo.
Varias culturas muy distantes entre sí utilizan la cayena con fines medicinales desde hace siglos. Los nuevos estudios científicos validan la mayor parte de su folclore.
Por ejemplo, se ha comprobado que el pimiento de cayena puede evitar el resfriado común y la gripe. Alivia los dolores de la artritis y ayuda a los enfermos de asma. La cayena puede detener la picazón y sangrado interno y externo. Estos mágicos vegetales pueden también ayudar al cuerpo a defenderse de enfermedades tales como cáncer, cataratas, Alzheimer, enfermedades cardiovasculares y otras.
El picor que produce la pimienta de Cayena se debe a varios alcaloides, la capsaicina (8-metil-N-vanillil-6-nonenamida, C18H27NO3) y otros compuestos similares, que estimulan los receptores de calor y dolor de la epidermis, provocando así una irrigación sanguínea más intensa.
En respuesta a la irritación, el cerebro segrega endorfinas, un opiáceo natural que provoca una sensación de bienestar y satisfacción. La capsaicina tiene también efecto sialagógico, es decir, estimula la secreción de saliva, lo que facilita la digestión. La capsaicina, además, es un agente antibiótico bastante efectivo; los alimentos preparados con pimienta de Cayena se conservan mejor, una de las razones por las cuales esta especia es popular en regiones tropicales.
La cocina asiática, en especial la indonesia, la tailandesa y la hindú, adoptaron rápidamente la pimienta de Cayena tras su introducción por los europeos (sí, sí, fuimos nosotros…)
En resumen, la pimienta roja puede:
Mejorar la circulación, al estimular el flujo sanguíneo. Puede ser útil en la prevención de ataques al corazón; la cayena puede hacer maravillas en el tono de tu corazón y mantenerlo en óptimas condiciones. Además, es una de las fuentes más ricas y más estables de vitamina E, que es también cardioprotector.[1]
Beneficiar al corazón, al reducir los niveles de triglicéridos y la agregación plaquetaria, al tiempo que aumenta la capacidad del cuerpo para disolver la fibrina, una sustancia esencial en la formación de coágulos de sangre. Las culturas que utilizan pimientos picantes como el chile o la cayena tienen una tasa mucho menor de ataque cardiaco, derrame cerebral y embolia pulmonar.[2]
Combatir la inflamación. La capsaicina es un potente inhibidor de la sustancia P, un neuropéptido asociado con los procesos inflamatorios. Cuando los animales inyectados con una sustancia que causa artritis ingirieron capsaicina, se constató una reducción significativa de la inflamación. Otros estudios demostraron que estos pimientos pueden ayudar a controlar el dolor asociado con la artritis, la psoriasis, la diabetes y las neuropatías.[3]
Eliminar la congestión: el calor que genera la capsaicina también estimula las secreciones que ayudan a limpiar la mucosidad de la nariz y la congestión de los pulmones. La capsaicina es similar a un compuesto que se encuentra en muchos remedios contra el resfriado para acabar con la congestión nasal, con la diferencia de que la capsaicina funciona mucho más rápido. Un té hecho con pimienta de cayena en caliente y tomado muy rápidamente, estimula el drenaje de las membranas mucosas que recubren los conductos nasales, ayudando a aliviar la congestión.[4]
Aumentar la inmunidad, al ayudar a mantener saludables los tejidos epiteliales, incluyendo las membranas mucosas que recubren los conductos nasales, los pulmones, el tracto intestinal y del tracto urinario y servir como la primera línea de defensa del cuerpo contra la invasión de patógenos.[5]
Prevenir las úlceras estomacales; la cayena tiene la inmerecida mala fama de contribuir a las úlceras de estómago. Pero no sólo no causa úlceras, sino que estos pimientos picantes pueden ayudar a prevenirlas, al eliminar bacterias nocivas y estimular el estómago para secretar jugos protectores que impiden la formación de úlceras. El uso de la pimienta de cayena en realidad está asociado con un riesgo reducido de padecer úlceras de estómago.[6] Asimismo, estimula el peristaltismo y el vaciado del estómago.[7]
Reducir peso: el chile picante acelera el metabolismo, por esta razón tiene acción adelgazante, anticelulítica, mejora la apariencia de las piernas, reduce y previene las venas varicosas y acelera el metabolismo con lo cual el cuerpo quema más calorías favoreciendo con ello la perdida de peso y la reducción de medidas. La cayena contiene sustancias llamadas capsinoides que aumentan significativamente la termogénesis (producción de calor) y el consumo de oxígeno en el tejido adiposo después de comerla.[8]
Así que, ya sabes, si te gusta el picante, no escuches a los «pesimistas». Mejicanos, Sichuan, Indios, o los humeantes platos tailandeses pueden ser excelentes opciones. Igual que lavar verduras con agua ozonizada.
[1]Cayenne. http://www.herbsfirst.com/NewsLetters/0299cayenne.html. April 2004