Ozono en la industria corchera. La polución de los corchos con bacterias y anisoles es un problema importante de la industria corchera que puede prevenirse fácilmente con la tecnología del ozono. Frente a los peligrosos desinfectantes químicos habitualmente utilizados, el ozono es una solución del problema de la contaminación de los vinos con olores y sabores extraños debidos a anisoles.
La desinfección con ozono no sólo sustituye el cloro en tareas de limpieza y desinfección, sino que además elimina halofenoles por degradación, además de erradicar los agentes productores, como hongos filamentosos, Brettamonyces y Dekkera, responsables de la degradación del aroma del vino con olores a animales que echan a perder la cosecha.
En concreto, la contaminación por anisoles suele ocurrir durante su procesado, especialmente en el proceso de blanqueo por tratamiento con cloro, si bien la causa puede encontrarse en cualquier otro punto del ambiente industrial en que se producen los tapones de corcho.
Es por ello que los problemas de contaminación señalados deban abordarse con un plan de desinfección profesional que estudie cada caso para proponer una solución a la medida que ataque todos los frentes necesarios con ozonizaciones ambientales y de superficie. Siempre, lógicamente, estableciendo un criterio de eficiencia y seguridad para obtener los mejores resultados a un precio accesible.
Como solución novedosa, el ozono supone una alternativa ventajosa con respecto a los agentes químicos convencionales en cuestiones de acción, manejo, plazos de seguridad y eficacia.
Sin ir más lejos, entre otras ventajas del ozono cabe destacar su uso autorizado en presencia de personas y alimentos, su gran capacidad desinfectante, la ausencia de plazos de seguridad, sólo excepcionalmente del orden de media hora como mucho, así como su total inocuidad, por lo que no afecta a las características organolépticas de los alimentos o productos tratados con ozono.
De este modo, teniendo en cuenta que la polución no sólo está asociado a los corchos, sino lógicamente también a la calidad de los vinos, las soluciones con ozono suponen un doble beneficio. Por último, su inocuidad y eficacia se traduce en unos corchos idóneos para su uso en bodegas, respetando al máximo las características originales de los caldos.
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