Desinfección y mejora de la calidad del agua con ozono. El tratamiento de aguas con generadores de ozono no sólo consigue una desinfección completa de las aguas residuales, dejándolas. También mejora su calidad o características organolépticas, y lo hace, por supuesto, sin dejar residuos.
Desinfectar y mejor la calidad del agua con ozono
El sabor, color y el olor del agua son las características organolépticas del agua que ganan puntos tras recibir un tratamiento con ozono. Por lo tanto, este gas natural no sólo no elimina agentes patógenos y demás elementos contaminantes, sino que de forma simultánea mejora la calidad del agua, incluso por encima de sus características originales.
A su vez, el ozono consigue eliminar tonalidades anómalas del agua gracias a su alta inestabilidad y poder oxidante, que acaba con las partículas responsables de tal anomalía. En el caso de coloraciones férricas o consecuencia del manganeso, el ozono elimina sustancias de las aguas que provocan el color sin conseguir eliminarlo.
La buena noticia es que deja lista el agua para luego poderse remover fácilmente con métodos de filtración.
Estas características hacen del ozono un eficaz desinfectante de aguas de todo tipo. Su capacidad germicida oxida la materia orgánica de forma simultánea al proceso de desinfección para mejorar la calidad del agua.
Ello es de gran utilidad tanto para conseguir aguas residuales listas para un nuevo uso como para la potabilización del agu con ozono. Aquí, el ozono actuaría como sustituto del cloro, mucho más peligroso para la salud del ser humano y del entorno. El ozono, por contra, es inocuo porque nada más actúa su poder desinfectante se convierte en oxígeno rápidamente a debido a su alta inestabilidad.
En cuanto a la posible reincorporación del agua reciclada devuelta a la naturaleza, la calidad de la misma tendría su punto fuerte en el equilibrio biológico que se consigue tras el proceso.
De este modo, después de reciclada, el agua contaminada acaba siendo un lugar potencial para la vida, más oxigenada y sin subproductos de ningún tipo. apta para distintas aplicaciones, ejemplo para el riego de campos de golf y otros usos en la agricultura si es el caso.
Todo un recurso ecológico muy útil para la limpieza de lechos acuíferos que han de albergar ecosistemas, y también para el control de los tan polémicos y peligrosos vertidos industriales.