Eliminar olor a frito en restaurantes
Los olores y las mezclas de éstos son un importante problema en los establecimientos del sector Horeca, en especial en los restaurantes y hoteles. con lo cual es muy importante evitar evitar los olores en hoteles y en restaurantes. Si además tenemos como objetivo eliminar el olor a fritanga, el reto aún se complica más, pues se trata de una molestia olfativa constante, que enrarece el aire interior en cocinas y salas de comedor.
Es más, en muchas ocasiones incluso resulta molesto desde el exterior, sobre todo cuando el extractor da directamente a la fachada principal. O, sin estar mal ubicado, lo hace por la misma intensidad de la actividad en la cocina y también se convierte en un serio problema para las mesas que se encuentran ubicadas en las terrazas.
¿Cómo solucionar y eliminar olor a fritanga en restaurantes? Sin duda, es la pregunta del millón, sobre todo porque precisamos de respuestas fáciles de aplicar, que no supongan un esfuerzo extra y que, por supuesto, que lo hagan mejorando la calidad ambiental.
Se trata, en suma, de no recurrir a productos químicos desinfectantes o absorbeolores ni tampoco a ambientadores que acaben provocando una mezcla de olores tan insana como desagradable. En estos casos, en lugar de solucionarlo, obviamente, agravaríamos el problema.
En situaciones como las que plantea un restaurante, cuyas exigencias de salubridad son primordiales, resulta clave buscar métodos saludables lo más eficientes posible. Y, puesto que todos estos requisitos son irrenunciables, sin dudarlo, el ozono se revela como una solución redonda.
Cómo eliminar olor a fritanga en restaurantes con ozono
La tecnología del ozono, en efecto, será de gran utilidad para acabar con problemas de malos olores a fritos en los restaurantes al tiempo que logramos una desinfección completa.
En concreto, la atmósfera quedará libre de los típicos olores a fritos y a comida en general, básicamente porque el poder de desodorización del ozono es muy potente.
Su actuación desinfectante resulta mucho más potente que la que logramos con la lejía, pongamos por caso. No en vano, el ozono es un gas natural que diluido en aire o agua en cantidades mínimas puede conseguir una higiene hasta tres mil veces superior que los limpiadores clorados.
Con la gran ventaja de que no conlleva sus inconvenientes ni en términos de olores ni en inhalaciones tóxicas. Muy al contrario, una vez finalizado el tratamiento, el ozono se convierte en oxígeno al recuperar su estabilidad. Finalmente, obtenemos un ambiente limpio en profundidad y perfectamente desodorizado.
El ozono: adiós a los malos olores en tu restaurante
Es su higienización integral la que erradica las moléculas que provocan los malos olores. De este modo, conseguimos un aire purificado en todo momento. El adiós definitivo a los olores a fritanga y otras pestilencias nos las brinda la tecnología del ozono aplicada mediante aparatos de la gama profesional.
Los tratamientos son idóneos por su automatismo y repetición de forma programada sin necesitar que el local esté vacío. La inocuidad es completa, con lo que simplemente se trata de llevarlos a cabo de forma regular, combinando una serie de equipos que pueden ir desde pequeños dispositivos como el cenicero ozonizador o el ozonizador de nevera hasta la colocación de ozonizadores en los aseos.
Su uso será muy eficaz en el control de olores específicos, cada uno en función de su diseño, con lo que el olor a fritos requerirá la ozonización de la cocina de forma selectiva, sobre todo a través de ozonizadores incorporados en los extractores de humo, así como en la misma cocina.
El control de olores a fritos también puede exigir higiene de superficies (bancadas, paredes, puertas, suelos, etc.) y vajilla o tejidos con agua ozonizada, cuya utilidad abarca muchos más aspectos, como su uso para la limpieza y preparación de alimentos.
En función de cada caso se instala un aparato concreto o, en caso de precisarse, se realiza una estratégica selección de equipos para lograr los mejores resultados. Posteriormente, se programan para que comiencen a actuar o se realizan tratamienos manuales, a demanda. Y, cómo no, para una completa seguridad se realiza una sencilla supervisión durante los mantenimientos, por otro lado también muy esporádicos.
Tratamientos regulares con ozono para eliminar los malos olores en restaurantes
Regularmente, por lo tanto, se llevan a cabo los tratamientos para conseguir nuestro objetivo. Por otra parte, en los casos más difíciles se recomienda un tratamiento de choque con un cañón de ozono portátil. En este caso concreto, por simple precaución se realiza cuando el restaurante todavía no haya abierto, ya que se recomienda efectuarlo sin presencia de personas. Ello no supone problema alguno, pues éste finaliza en apenas unos minutos.
Lo más habitual, como hemos apuntado, es combinar estos tratamientos más intensivos con el uso de ozonizadores de distinto tipo. En el comedor será de gran ayuda instalar un moderno purificador ambiental que incluya distintas tecnologías, entre ellas el ozono.
La ionización, el filtrado de aire de alta eficacia (incluyendo prefiltros, filtro de carbón activo, filtro Hepa y filtro catalítico), y la luz ultravioleta son otras tecnologías punta en tratamiento ambiental añadidas al ozono. No en vano, los purificadores están diseñados para lograr una calidad ambiental máxima, que sea adaptará a nuestros requerimientos. Por lo tanto, si el punto a atacar es el olor a fritos durante todo el día o en horas determinadas, aprovecharemos la versatilidad de estos aparatos para realizar una programación a la medida.
Su trabajo conjunto es de alto rendimiento es muy beneficioso. No solo resulta inocuo, sino que además favorece la salud y aporta una agradable sensación de bienestar. En concreto, minimizaremos la presencia de alérgenos, bacterias, virus, esporas y demás patógenos, al tiempo que desodorizaremos el ambiente.
O, lo que es lo mismo, desaparecerá el intenso olor a comida procedente de la cocina, incluyendo los olores a fritanga que tan fastidiosos resultan. En definitiva, si queremos acabar con el disconfort que provocan las pestilencias en el restaurante, el ozono nos ofrece un sinfín de soluciones para que tanto los fritos como cualquier otra fuente de olores desagradables sean prácticamente imperceptibles para los clientes.
En su lugar, la experiencia será mucho más satisfactoria. Afortunadamente, se trata de un problema que la tecnología del ozono soluciona de forma fácil, rápida y asequible, mejorando la calidad ambiental de un modo integral.