Uso del ozono en los tratamientos de aguas
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En este servicio vamos tratar el tratamiento de aguas con ozono.
Desinfección de aguas con ozono
Servicios de tratamiento de aguas con ozono. El agua constituye uno de nuestros bienes más preciados y, desde el comienzo de los tiempos, ha sido la llave para la civilización y el desarrollo. No resulta, por tanto, exagerado, afirmar que uno de los problemas más graves de conservación a los que se enfrenta en la actualidad la especie humana es el de preservar y mantener la calidad de las aguas naturales.
Sin embargo el hombre, desde los primeros tiempos, ha tendido a contaminar los cauces de los que se servía para su abastecimiento, por lo que no es de extrañar que a lo largo de la Historia se hayan registrado numerosas epidemias como consecuencia de la ingestión de aguas contaminadas por microorganismos patógenos.
Hasta el siglo XIX, no obstante, no se reconoció el agua potable como origen de numerosas enfermedades infecciosas. Hoy en día, la importancia tanto de la cantidad, como de la calidad del agua, está fuera de toda duda.
Soluciones
El nivel de calidad del agua, así como su consumo per capita, se erigen así en indicadores del grado de desarrollo de un país, debiendo los países garantizar a sus ciudadanos un agua apta para el uso que en cada caso vaya que se le vaya a dar. De esta manera, los requisitos de calidad del agua utilizada para consumo humano (denominada “agua sanitaria”), serán más exigentes que los de aquélla destinada a otros usos.
En cualquiera de estos casos (agua potable, agua residual reutilizada para usos recreativos, fabricación de hielo, agua de riego, etc.), el ozono constituye la opción ideal para asegurar que la desinfección del agua alcance los requisitos de calidad que la normativa establece para cada uno de sus usos.
El sistema de distribución de aguas está compuesto por diversos elementos de conducción y almacenamiento susceptibles de constituir vías de contaminación hídrica en caso de no ejercer sobre ellos el control apropiado. Tradicionalmente, dicho control se lleva a cabo mediante procesos químicos de desinfección con halógenos, principalmente compuestos de cloro, a pesar de los riesgos que éste implica, tanto a nivel laboral (de manipulación y almacenamiento), como a nivel de impacto ambiental, ya que, además del cloro residual presente en el vertido, se generan productos secundarios de oxidación muy persistentes y peligrosos, como los trihalometanos, de probado carácter cancerígeno.
Por otra parte, la dosificación correcta de los desinfectantes clorados está en función de numerosos parámetros que no suelen tomarse en consideración al realizarse los tratamientos, resultando la cantidad necesaria de producto muy variable –y por ello difícil de determinar- en un mismo punto según se vean modificadas las condiciones del agua circulante (pH, temperatura, carga orgánica, mineralización, etc.); este hecho, unido a los fenómenos de resistencia en microorganismos a que puede dar lugar el cloro en determinados casos, hace que no resulte infrecuente la sobredosificación, con el gasto y el perjuicio a instalaciones y al medio que ello conlleva.
A tenor de lo anteriormente expuesto, resulta evidente la necesidad de encontrar métodos alternativos para el tratamiento de aguas que, con la misma o mayor eficacia biocida, presenten la menor peligrosidad y persistencia posible, a fin de evitar daños derivados de su uso a todas aquellas personas o instalaciones que puedan llegar a estar en contacto con el producto.
Ozono, desinfectante ideal para el tratamiento de aguas
De esta manera, y tras constatarse las propiedades biocidas del ozono a finales del siglo XIX, en los albores del siglo XX se crearon las primeras plantas de tratamiento de aguas que utilizaban ozono como desinfectante. Desde entonces, la utilización de este gas en el tratamiento del agua, mediante sencillos generadores eléctricos, se ha ido consolidando y extendiendo por toda Europa y Norte-América.
El ozono, potente oxidante merced a su alto potencial de oxidación (muy superior al del cloro y otros biocidas), por sus singulares características, cumple con gran parte de los requisitos exigibles al biocida ideal.
El Tratamiento de aguas con ozono, características de un biocida ideal.
Efectividad frente a un amplio rango de microorganismos
Se puede decir que el ozono actúa indiscriminadamente, ya que no se han determinado límites en el número o especies de microorganismos que puede eliminar: bacterias, virus, protozoos, nemátodos, hongos, agregados celulares, esporas, cistos…Esta universalidad se explica por la forma de acción del gas: al contrario que los halógenos utilizados comúnmente, el ozono no presenta efecto inhibidor reversible en los enzimas intracelulares o, lo que es lo mismo, los microorganismos no desarrollan resistencia frente a él.Debido a su alto potencial redox, este desinfectante provoca la oxidación directa de los elementos integrantes de la pared celular antes de penetrar en el interior del microorganismo, donde oxida ciertos componentes esenciales para la supervivencia del mismo (enzimas, proteínas, ADN y ARN). Una vez dañada la pared celular, se produce la lisis de la célula y, con ello, su destrucción.
Acción efectiva rápida a bajas concentraciones para un rango amplio de pH
El ozono necesita menor concentración y tiempo de contacto que otros biocidas para lograr el mismo grado de desinfección que estos; ello se explica por su alto poder oxidante, así como por su mecanismo de acción que, como hemos indicado, no provoca fenómenos de resistencia.Por otra parte, y a diferencia de otros desinfectantes, su acción es independiente del pH del agua (a niveles de pH entre 6 y 9), ya que en condiciones ácidas predomina la oxidación directa por el ozono molecular, mientras que en condiciones básicas el ozono da lugar a la generación de radicales libres de hidroxilo, altamente reactivos y aún más potentes como oxidantes que la propia molécula de ozono.
Baja persistencia
El ozono no es vertido al medio, sino que se mezcla con el agua a medida que se produce, de manera que todo el ozono generado pasa a estar disuelto. Los subproductos generados en la descomposición del ozono son completamente inocuos, por lo que no suponen riesgo alguno para la salud, y carecen por completo de impacto ambiental. Además, el ozono es capaz de convertir, por oxidación, moléculas potencialmente dañinas (alcanos y alquenos, de elevada reactividad) en compuestos menos tóxicos, lo que supone un beneficio ambiental añadido.
Facilidad y seguridad de manejo, transporte y aplicación.
El ozono es un agente irritante en su forma gaseosa y está clasificado como nocivo. Sin embargo, en las condiciones de aplicación propuestas, éste no presenta peligrosidad alguna, ya que se utiliza disuelto en el agua, y el agua ozonizada no presenta toxicidad por contacto. Por otra parte, al generarse in situ, se hace innecesaria su manipulación, almacenamiento o transporte, lo que redunda en una disminución muy significativa de los riesgos derivados de estas actividades (irritaciones y corrosiones, accidentes graves por vertidos de sustancias peligrosas).
Bajo coste del tratamiento de aguas con ozono
El tratamiento con ozono conlleva las ventajas económicas que suponen la reducción de costes por accidentes laborales debido a su baja peligrosidad, el ahorro de agua que representa el permitir ciclos de concentración mayores por su rápida descomposición y la reducción de costes de mantenimiento de las instalaciones al resultar el ozono sumamente efectivo en la eliminación del biofilm y en la prevención de incrustaciones.
Podemos afirmar, por tanto, que el ozono, merced a su amplio poder biocida, constituye una barrera eficaz frente a la transmisión de enfermedades debidas a la contaminación del agua; barrera que, como es evidente, puede mantenerse con absoluta seguridad únicamente en el caso de que las condiciones de ozonización, definidas previamente en cada caso por el especialista, sean escrupulosamente observadas.
En otro orden de cosas, no resulta difícil constatar el hecho de que las empresas han empezado a tomar conciencia de la importancia del medioambiente, así como de que los consumidores, cada vez más exigentes, demandan productos y servicios ecológicos, lo que conducirá –y no a muy largo plazo- a que las empresas que no actúen modificando sus hábitos vayan perdiendo paulatinamente competitividad. También en este aspecto, como hemos visto, el ozono se erige como la alternativa más idónea a los desinfectantes tradicionales.
En Cosemar Ozono ofrecemos sistemas innovadores y soluciones para de tratamiento de agua mediante ozonización, que beneficia su calidad y la hace más saludable para todos, tanto para uso agrícola, como para instalaciones
En spas y piscinas mejora la experiencia del cliente, y por tanto la imagen de la instalación, ya que se evitan las molestias asociadas a productos químicos como el cloro. Ofrecemos sistemas de potabilización y reutilización de aguas residuales, y tratamientos para la prevención de la Legionella.
RECUERDA QUE …
Los tratamientos de agua que usan productos químicos pueden resolver los problemas de higienización de las aguas, pero a cambio dejan pequeños residuales químicos en las mismas, contaminando el medio, el producto e incluso pueden afectar la salud de las personas. Cuando el agua tratada con químicos se usa para higienizar superficies o alimentos, es necesario hacer muchos enjuagues para asegurar su eliminación, con el consecuente derroche de agua y gasto añadido. En los tratamientos con ozono se consigue evitar esto, por lo que te permitirá ahorrar dinero en agua y productos químicos, además el ozono es respetuoso con el medio ambiente.